Historia

Entre los años 1962 y 1963, en la iglesia de San Hipólito, había un párroco llamado Francisco Contreras. Cuando las personas sordas querían confesarse, no podían comunicarse con el párroco en LSE, por lo que entregaban sus pecados escritos en un papel. Este fue el primer contacto de Francisco Contreras con la comunidad sorda.

A partir de ahí, Francisco Contreras tuvo la idea de fomentar el asociacionismo entre las personas sordas. Las primeras reuniones se llevaron a cabo en bares. En 1963, Carmen Gómez se encargó de llamar puerta por puerta para reunir al mayor número posible de personas sordas. Logró reunir a 60 personas, quienes se encontraron en el patio de San Hipólito en 1964, con la ayuda y compañía de Francisco Contreras, quien fue considerado como «Jefe» (signo antiguo) en señal de respeto y amistad.

La Asociación Provincial de Personas Sordas de Córdoba se creó en 1964. Sus primeros estatutos no contenían mucho contenido, ya que el principal objetivo era registrar oficialmente el nombre de la asociación, que en aquel entonces se denominó Asociación Sordomudos de Córdoba.

Consiguieron abrir lo que sería su primera sede en la calle de la Feria (actualmente, la calle San Fernando) allá por el año 1969. Era un humilde local, pero allí se sentaron las bases del actual movimiento asociativo cordobés. Poco a poco, fueron captando socios que colaboraban con una pequeña cuota mensual, mientras que otros realizaban grandes donaciones económicas e incluso cedían nuevos locales.

Así, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba ofreció y cedió una nueva sede en la calle Corregidor. En 1973, tras varios cambios de ubicación a lo largo de los años, se llevó a cabo el traslado a esta sede, que sigue siendo la actual.